¡Qué año fue el 2013!, uffff si me lo hubieran contado antes, quizás hubiera dicho ¡paso!, ¡no, mejor no! ya? jajaja, pero ya sabemos que no se puede, que había que vivirlo igual no? y ¡cómo lo vivimos por acá! Intenso, ruidoso, llorado, drástico, reído, reencontrado, estudiado, aprendido, bailado, viajado, ¡con nueva casa! , qué les parece? suficiente como para dejar a cualquiera cansado, agotado, confundido, pero NO. Aún quedaba más por aprender y por hacer.
Nuevas amigas y amigos, nuevos hobbies y aficiones (pintura, bici, alkymia, baile y otros muy personales), nueva casa y un montón de aprendizajes aún por asimilar, pero de a poco… con calma…sin premura como son estos tiempos, aunque vertiginosos, siempre hay tiempo para una pausa en plaza ñuñoa, para un café en barrio italia, para una pasada donde las amigas/os, para el libro que me acompaña, para la bici, para un viajecito de fin de semana, para el A-Mor, el regaloneo con la familia, para mis series favoritas y para continuar con los cuadros que poco a poco comienzan a llenar de color mi casa. Así, sin ambiciones, se van asomando tímidos, primero en mi imaginario y luego toman forma en la tela y se apoderan de ella. No importa si quedan perfectos, si son lindos o no… a mí me gustan y con eso basta y sobra. ¡Bien!
Después de los viajes y los amigos que estos me regalaron, de los lugares nuevos que conocí, de las increíbles experiencias que elegí vivir, comprendí lo atómico que es acompañarse, quererse, sin (auto) exigencias, sin apuros, sólo estando, a ratos en silencio mirando el desierto, los lagos, la nieve, las montañas, los volcanes, todo ellos fueron testigos mudos de la experiencia que ahí viví. En esos momentos de verdad no importa lo que diga el resto, lo que piensen, el trabajo, «lo que hay hacer» da lo mismo porque estoy conmigo y eso se siente tan bien, demasiado bien. Las dos últimas experiencias viajeras de este 2013 las atesoro en mi corazón con amor y mucha alegría porque me mostraron (y regalaron) la fuerza, la sabiduría y la calma, que tanta falta le hacía a mi cuerpo, a mi alma, y a mi cabeza.
De los viajes: gracias a Pedro de San Pedro…jajaja… fiel amigo que sabía sin que se lo haya dicho todo lo que pasaba por mi mente y mi corazón en esos momentos, me acompañaba con sus historias de canto y fiesta, voy a volver a comernos ese asado prometido. Gracias Caro por recibirme en tu bello hostal y acogerme como si fuera mi casa. Ah! y mi querida amiga Karin, tanta sincronía que nos juntó, cómo he aprendido de ti estos meses, fuerte, valiente, alegre, querida, toda una ariana en versión mejorada jajajaja. Mención aparte para la Feña que con sus amigas Cata y Agustina me llenaron de alegía juvenil y de paso cobijaron a Karin cuando estaba a punto de dormir en la hamaca de mi hostal. Buena tarde de cervezas nos mandamos con Feña en plena plaza de San Peter, mientras los gringos se paseaban sacando fotos, disfrutamos lo lindo que fue conocernos, compartimos historias y la misma sintonía. Una vez más fue el momento preciso.
No puedo dejar afuera a mis amigos del extranjero, Cristina y su novio brasileño que me adoptaron como una hermanda chica, con ellos anduve a caballo por horas en medio del bosque, pasamos un río, llovió y al terminar salió el sol; y a Mary que con su novio venezolano nos tomamos todo el Malbec de Bariloche arreglando el mundo y compartiendo como si nos conociéramos de toda la vida, ¡qué rico!, además nos tiramos en trineo, comimos bife chorizo y hasta bailamos tango…
En otro capítulo del año estuvieron los reencuentros con amigos como Seba (el tiempo no pasó por nosotros) y la flaka que ha estado ahí en cada llamada que le he hecho. Otra sincronía. Además, pude ver aunque ya se acababa el año a mi querida Cami que tanto eche de menos en el invierno frío frío de Chile, ella con sólo pisar mi casa la llenó de su alegría espontánea y sus chistes. Tu tarjeta está en mi living, recordándome que aunque estés a miles de kms. estás a una llamada de skype o un wasap. Ad portas del 2014 vino desde Baires la Maka, que está siempre presente, que me hace reir por face y siempre siempre tiene un minuto para escucharme o leerme.
Por el camino de este laaaaaaaaargo 2013 también conocí a Paola que me regaló la magia de saber qué son los orgones y regalar algunos, a Tere con sus charlas y talleres mágicos, Dra. Xonia con sus florcitas de bach, la tiendita de cuencos en Barrio Italia… qué impresionante tanta conexión.
En otro capítulo está mi amiga Delia con la que la vida me juntó el año 2010 y con la que hoy me unen tantas cosas, no solo las risas y conversas eternas, también Violi, su bella hermana a la que siento conozco desde antes y a Ivette que nos hace el día con sus mensajes diarios, cargados de amor y sentido. Amigas han sido compañeras de camino en este aprendizaje.
Cerramos el año como había que hacerlo, en la playa, junto al mar, con la familia, agradeciendo, dejando partir lo que se tenía (hace rato) que ir… porque acá ya no cabe más lo antiguo y me refiero a las formas, a los apegos, a los no-cambios, a las viejas estructuras que ya no calzan más. Bienvenido lo nuevo, y con esto no hablo de cosas, si usted pensó eso, es que no estamos en la misma sintonía.
Agradezco a quienes han compartido conmigo sus dolores y alegrías, han sido momentos lindos los que nos hemos regalado, sin duda hemos crecido juntos. Gracias, gracias, gracias.
Bienvenida la nueva forma de VIVIR lo que hay que vivir.